Llegaste naciendo enero entre el temor y la euforia, la ilusión y la memoria, científico y hechicero. Tan local como extranjero, que en la mezcla policroma la magia mudó en idioma: parte dragón y corcel, tu parte historia es Daniel, tu parte amor nombre Ryoma.
No pido más que tu risa, tu júbilo, tu exabrupto, tu corazón incorrupto, tu carcajada precisa. En esta tinta concisa te lo confieso Rodrigo: Más pretensiones no abrigo, desde el día que naciste mejor momento no existe que el que comparto contigo.